Quizás sea porque como nos suele pasar a la mayoría hayamos presentado la declaración a última hora, pero también pueda ocurrir que la Agencia Tributaria haya detectado algo que no le cuadra…y está verificando que ocurre.
¿Qué puede ocurrir?
1.- Que hayan cambiado tus circunstancias personales y familiares, como que te has divorciado, has cambiado de residencia, las personas mayores que viven en el hogar familiar, los hijos menores de edad a tu cargo…
2.- Errores en cuanto a los cálculo o al consignar datos.
3. Quizás te hayas aplicado algún tipo de deducción que no te correspondía, como deducirte por aquel piso en la playa que no es tu residencia habitual o quizás te hayas deducido un importe inferior del que debieras. O quizás hayas seguido deduciendo por tu hijo y este tiene ya más de 25 años.
4.- Quizás se deba a alguna alteración patrimonial, como haber vendido un inmueble y no habértelo imputado como ganancia o pérdida patrimonial…y a ellos le haya saltado la liebre al tener tú recibo de contribución.
5.- ¿Le debes dinero al Estado?
Por ello, si el Fisco ve algo raro, suele notificarte lo que ocurre para que lo aclares, presentado documentación o lo que ellos crean conveniente.
¿Quieres saber en que momento se encuentra tu declaración?
Para ello puedes o bien a través de la página web de la Agencia Tributaria, para ello basta con introducir tú número de NIF y la referencia a la casilla 620 de la Declaración o si lo prefieres o tienes mediante el certificado electrónico del DNI.
O dirigirte a la oficina de la Agencia Tributaria y preguntar en la ventanilla por el motivo de la falta de devolución.
Ha llegado octubre y aún no te lo han devuelto…pues lo más seguro es que te vaya a llegar una propuesta de liquidación provisional o un requerimiento de datos, debiendo de subsanar las discrepancias existentes.
La Agencia Tributaria tiene seis meses desde que finaliza el periodo voluntario para devolver sin intereses, pasado ese plazo lo devolverán con intereses.
Por lo tanto puede ser que hasta final de año…no veas nada, ¡pero vaya regalo de Reyes!